(By Pérfida)
Después de mi último
post, donde recibí varias críticas negativas sobre mis formas y mi
estilo gráfico y narrativo, he decidido hacer contrición y escribir
a partir de ahora posts mucho más comedidos, respetuosos y
políticamente correctos, utilizando un lenguaje fino y elegante para
no herir sensibilidades.
Jajajajajaja....NO.
Hoy no podía dejar pasar
la oportunidad de meterme con una de mis favoritas; Marisky. Ya que
ayer Paca nos enlazó a una conferencia de una de nuestras
referentes en moda, yo me dispuse a sacarle el máximo partido y como
buena crítica sufrida me preparé para el arduo trago que me
esperaba. Aunque ver un vídeo de Lofly me apetecía tanto como que
un mono de Gibraltar se tirase un pedo en mi cara, ahí me puse yo, con
mi kit completo de Almax, Fortasec, Tranquimazin y Vaginesil.
Os voy a adelantar algo,
Marlelas: si queréis sentir, si queréis vibrar, (pero vibrar cuando
os vengan a reanimar con el desfibrilador), visionad este vídeo. No,
en serio: prefiero ahorraros la tortura inquisitoria, y haceros un
resumen lo más detallado posible, así que no será necesario a no
ser que queráis cuando por fin se acabe, que el hecho de volver al
trabajo sea un placer de dioses comparado con ver ese montón de
mierda diarreica. Da igual a lo que dediquéis esos minutos; esculpiendo pelotillas de moco de vuestra abuela aprovecharéis más
el tiempo.
El vídeo en cuestión es éste
Imaginaos una tortura
tipo “La naranja mecánica” donde te mantienen los ojos abiertos
mientras te obligan a ver un vídeo porno amateur de Jose María
Aznar y Alicia Sánchez Camacho. Pues si me dan a elegir lo prefiero,
porque de verdad que esto merece ser digerido entre litros de
absenta. Se me ha hecho más largo que el eructo de una jirafa.
La “conferencia” es
soporífera hasta decir basta, un coñazo por el que se podrían
parir diplodocus aunque vinieran de nalgas: tono de voz monótono,
lineal, una pronunciación en inglés pésima y una falta de fluidez
y oratoria que no sé si estoy viendo a Lofly o a Kristen Steward
sedada. Se atasca varias veces y se bloquea cuando tiene que hablar
de cifras, (ese día no fue a clase), topicazos “pasion for
fashion”, batallitas del abuelo Cebolleta sin gracia ninguna, y una
falta de contenido que le hace dar vueltas sobre el mismo tema sin
llegar a ningún sitio. ¡Y menos mal que lo tenía todo por escrito!
Yo me como una sopa de letras y cago discursos mejores que éste.
La María ésta también
llévatela a casa, tiene menos energía que el chumino de la Duquesa
de Alba, que parece que se haya tomado una tortilla de Diazepam: cada
vez que dice “looooow”, que parece que no acaba nunca a mí se me
mueren doscientas neuronas. Hasta he tenido un par de sustos porque
pensaba que se me paraba el corazón del aburrimiento. Conforme iba
hablando se iba enlenteciendo y bajando el tono cada vez más y más,
y hasta he pensado que se iba a quedar dormida y cabecear con la baba
colgando, como Abraham Simpson. Y todo esto aderezado con un montón
de datos absurdos de visitas y followers y visitors y likes de su
blog, datos que interesan lo mismo que el peso ponderado de las
verrugas del culo de una foca monje.
Pero también he
encontrado cosas bastante graciosas. Por ejemplo, cuando dice que
después de acabar la carrera empezó a trabajar en un banco, pero se
dio cuenta de que eso no era lo suyo. Claro, es que levantarse todos
los días y currar ocho horas, eso no iba con ella. Entonces decidió
hacer un Máster en Tocología de genitales a dos manos para vivir
del cuento cuanto más tiempo mejor, trabajando menos que el cocinero
de Casper.
Luego, dice que su blog
es un referente de las bloggers españolas; escuchando este tipo de
cosas una tiene una especie de gatillazo patriótico y deseas que tu
madre se hubiera ido embarazada a Kuala Lumpur, Sri Lanka o la
Patagonia, y de paso parirte allí para ahorrarme ejemplos patrios
como estos.
Otra cosa muy graciosa es
que dice que elige las colaboraciones con las marcas que le interesan
para no perder su esencia. ¿Perdona? ¿Esencia? ¿Que esencia, hija
mía, si solamente te falta salir con un cartel de “Compro oro”?
Di que escoges las que más te pagan, (o las menos cutres) y que eres
una mujer anuncio, pero no intentes que me haga tragar la mierda de
que te identificas con los productos que anuncias.
Ah, también se define a
sí misma como “kind of celebrity”. ¿Holaaa? ¿Celebrity tú?
¿Qué eres ahora, Madonna?
Por si esto fuera poco
tormento, en medio del vídeo nos casca un anuncio más peñazo aún
si cabe con el mismo tono de voz anestésico que menos mal que me ha
pillado con la ventana de la terraza cerrada, porque si no fijo que
salto y me lanzo al vacío.
Y cuando por fin este
suplicio llega a su fin (yo ya estaba calculando la trayectoria para
tirarme por el balcón y ver si podía caer en un macizo de cactus),
una se queda como diciendo...¿¿pero qué cojones ha dicho??
Así que de este
ejercicio de masoquismo y autodestrucción extrema, solo puedo
extraer las siguientes conclusiones:
- Que Lofly habla inglés
con el Ohaio (Colorado) y necesita urgentemente unas clases de inglis
pronunsiasion, gomaespuminglish, o inglés acelerado e intensivo con
Annie Bottle #apiticandemor.
- Es capaz de aburrir a
las piedras y hacer que un domingo por la tarde, llegando al minuto
15 yo empiece a valorar la posibilidad de bañarme con una tostadora
enchufada.
- En el mundo de la moda
ha aportado menos que Paz Padilla en el Círculo de Bellas Artes.
- Si su blog es malo, sus
conferencias son un montón de mierda pútrida y su visionado es un
ejercicio de coprofagia que no estoy dispuesta a soportar. Es que si
me dieran a elegir entre asistir a una conferencia suya y comer
mierda, compraría pan Bimbo para ir untando.
Así que lo diré en
inglés para que lo entiendas:
Marisky, you are the fucking worse, go
to shit to the railway!!